sábado, 23 de agosto de 2008

CURRICULUM


Arrojo hacia el minuto que viene
la moribunda promesa
de estos versos
que alguno me confió
mientras dormía.

Así aprendí.

Cuando niño,
los ventanales
apedreaban en silencio
la quietud de mis manos
y volar era cosa del ramaje
no del pájaro.